SEMANA DEL 4 AL 8 DE MAYO. GUÍA DE DANZAS
Asignatura:
DANZAS
Cursos:
1º a 5º de primaria
Docente:
GLADYS VALOYES
Correo
electrónico: loshijosdemadiba@gmail.com
ACTIVIDADES
ESTRATEGIA "APRENDE EN CASA"
SEMANA DEL 04 AL 08 DE MAYO DE 2020
Cordial saludo, esta semana debes
leer en compañía de tus padres de familia y/o acudientes el siguiente artículo
recuperado de www.colombia.com asociado al
grupo Interlatin Corp; esta lectura es la base para el trabajo que se va a
realizar en la semana del 18 al 22 de mayo, esta semana NO debes enviar
evidencia, SOLO LEER, así que disfruta la lección y compártela con tus seres
queridos.
REGION ANDINA
La región andina abarca los departamentos de
Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y Antioquia (Eje Cafetero), Nariño,
Huila, Tolirna, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander.
En ella prevalece la "cultura mestiza", con
un fuerte predominio de las supervivencias españolas sobre las indígenas. La
mayoría de sus danzas, cantos y ritmos tienen orígenes hispánicos, con
adaptaciones y creaciones autóctonas colombianas. De igual forma, sus
instrumentos musicales; como el tiple y la guitarra, las fiestas populares como
las de San Juan y San Pedro, las romerías a los santos patronos, la mayor parte
de los mitos y supersticiones folclóricas, las copias, leyendas, costumbres
refranes y proverbios, presentan predominio de las supervivencias españolas.
Entre las tradiciones folclóricas andinas, se destacan
los siguientes bailes: Bambuco, Torbellino, Guabina, Pasillo, Bunde. Esta región es la más poblada de Colombia,
con 34 millones de habitantes; comprende las cordilleras Central, Oriental y
Occidental y sus ríos más importantes son: Magdalena y Cauca.
EL BAMBUCO
Es la manifestación folklórica mestiza más típica de
la zona andina colombiana, y por esencia la danza nacional más representativa.
Sobre su origen se han expuesto diversas hipótesis, en las cuales se destaca la
esencia de origen indígena, negra africana y Española. La hipótesis indígena
defiende la proyección de la música chibcha, por esencia triste en el ritmo
lento de los aires folclóricos del altiplano andino, y en especial en el
bambuco.
Algunos antropólogos hablan sobre la existencia de los
indios "bambas" en el litoral Pacífico y la presencia en su habla de
la terminación "uco", asimismo sobre la denominación de
"bambucos", a los aires musicales indígenas de "movimiento
trémulo o de bambaleo".
La hipótesis africana ha expuesto la tesis, hoy muy
aceptada, sobre el nombre de la palabra "bambuco", con la cual se
designaba un instrumento de los negros antillanos; ellos llamaban
"bambucos" a sus instrumentos caránganos, hechos en tubos de
"bambú".
Y por último, la hipótesis española que se basa en la
posible ascendencia vasca que tiene el ritmo de bambuco. Los ritmos vascos, y
entre ellos el zortcico, presentan ritmos ágiles, sueltos y alegres, que sirven
de soporte a una melodía de acentos quejumbrosos a veces, formando un
interesante contraste, muy parecido a nuestro bambuco.
EL TORBELLINO
Es una de las danzas y canto folclórico más
representativo de Boyacá, Cundinamarca y Santander. Es la tonada compañera de
los promeseros en las romerías boyacenses, en los bailes de casorios, en las
fiestas patronales y demás ambientes festivos de los pueblos y veredas del
altiplano cundiboyacense. Es la tonada con la cual los campesinos expresan en
sus coplas toda la sencillez de sus reacciones ante el amor, la desilusión, el
sentimiento religioso, el paisaje variado y el aire frío de la meseta cundiboyacense.
La tonada en cuyas expresiones de "mesmito" "sumercé"
"queré" "truje" "vide" "gancia"
"ansia" "paqué" expresan las supervivencias del castellano
antiguo más típico, en estos aires de ascendencia hispano-colonial.
Sobre los orígenes del torbellino han surgido las
hipótesis indígena y española, dignas de considerar. La indígena tiene una
semejanza rítmica entre el torbellino y los cantos de viaje de los indios
motilones de la serranía de Perijá. Es conocido que los indígenas no usaban la
marcha o paso normal de los hombres de las ciudades, sino que tienen un trote
rítmico que les permite andar sin fatiga muchas leguas por caminos de montañas
y travesía cordilleranas; en sus viajes van tarareando musiquillas
rudimentarias, coplas regionales o sonando tonadillas del mismo compás. En las
ventas camineras, durante el reposo del viaje, pulsan sus requintos y tiples
con el aire típico del torbellino, para solazarse en sus recuerdos o para
acompañar la danza del mismo nombre que ejecutan en las posadas. Un sello de
tristeza y melancolía muy propias de los aborígenes del altiplano
cundiboyacense y Santanderes.
En general el torbellino es un baile suelto que se
baila entre dos personas, aun cuando aparecen hasta cuatro parejas. Los
danzantes dan vueltas, con la particularidad del movimiento femenino como un
trompo, con las manos jugando al danzar. El hombre persigue a la mujer, pero
ésta se escapa haciendo giros en remolino; se presenta un cambio de puesto
entre el hombre y la mujer y así sucesivamente. A veces se canta, se entona una
copla y se sigue bailando. Se han distinguido variedades del torbellino,
destacando: el triste o melancólico del altiplano, y el festivo de las zonas
cálidas.
Se da el nombre de torbellino versiao cuando los
danzantes intercambian coplas graciosas; torbellino a misa, el que se bailaba
antes de la misa de gallo en la nochebuena ( muy característico del Valle de
Tenza- Boyacá), además de el torbellino de la boterra y el palmoteado, bailado
antiguamente en Villa de Leyva.
En ritmo de torbellino se bailan algunas danzas
andinas como el tres, la manta, la matarredonda, la perdiz y otras. Los
virtuosos del torbellino en Boyacá dicen que antiguamente el ritmo era más
agitado y muy de remolino; la india boyacense lo bailaba poniendo sobre su
cabeza una taza con chocolate; la gracia precisamente la encontramos en no
dejarla caer de la cabeza.
LA GUABINA
Es otra de las danzas y cantos típicos del folclor
musical andino, muy extendida en los departamentos de Santander, Boyacá,
Tolima, Huila y antiguamente en Antioquia. Aún cuando el ritmo es común, en
cada departamento la guabina adquiere una melodía especial.
Tiene ascendencia europea y adaptaciones regionales
muy sugerentes. Sobre su nombre no existe definición, se habla de la existencia
de un pez guabina en los Llanos, y muy apreciado en Cuba por su carne; asimismo
se ha tomado el nombre de guabina para designar a un hombre simple.
Los instrumentos típicos para la ejecución de la
guabina son el tiple y el requinto, la bandola y el chucho o guache, a veces
reemplazado por la pandereta.
Para bailar la guabina boyacense se utiliza una
vestimenta del altiplano: el hombre con pantalón de manta y alpargatas de
fique, un sombrero de paja pequeño que cubre una montera de lana oscura y
camisa de color vivo. La mujer lleva falda oscura y enaguas blancas que asoman
el encaje, alpargatas con galones negros, blusa bordada, mantilla corta que cae
a la espalda y sombrero de paja, igualmente con montera. Ambos llevan a la
espalda, cogidas con cargadores que se anudan sobre el pecho, una canastilla de
bejuco, pequeña como para llevar artículos de mercado, o bien jaulas pequeñas
de "chusque" como las utilizadas por los campesinos para llevar
huevos al mercado.
EL PASILLO
Es otra de las tradiciones folclóricas andinas que se
hicieron populares desde el siglo XIX. Es una de las variantes del vals
europeo, convertido en baile de moda, con ritmo más rápido o sea de pasillo.
Una de sus formas de variación en el siglo XIX fue la "capuchinada" o
vals nacional rápido. En los años de transición del XIX al XX se convirtió en
el ritmo de moda de los compositores colombianos; era el más solicitado por los
jóvenes y el más escuchado en las tertulias santafereñas a estilo de
"Rondinella", "La gata golosa", "Patasdilo" y
otras.
En la interpretación de los pasillos encontramos dos
tipos representativos: uno es el pasillo fiestero instrumental, que es el más
característico de las fiestas populares, bailes de casorios y de garrote; que
se confunden con la típica banda de música de los pueblos, con los fuegos de
pólvora, retretas, corridas, etc. El otro es el pasillo lento vocal o
instrumental, es característico de los cantos enamorados, desilusiones, luto y
recuerdos; es el típico de las serenatas y de las reuniones sociales de cantos
y en aquellos momentos de descanso musical, cuando se quiere recordar.
El pasillo colombiano presenta semejanzas con el
"valse" de Venezuela, el "sanjuanito" del Ecuador y el
"valsecito" de Costa Rica". Con el pasillo colombiano se
hicieron populares las danzas, bailes relacionados con la contradanza europea y
la habanera cubana. Era un baile de salón y de fiestas de familia, muy
apetecido en Colombia, en especial en Antioquia y Caldas.
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